Hace tiempo que tengo esta entrada pendiente de publicar, y Mery va a matarme un día de estos si no la publico ya. Así que hoy os traigo unas galletas muy especiales. Las galletas para del primer cumple del bebé más mordisqueable del mundo, OLIVER, el niño de la sonrisa eterna y los hoyuelos más monos que os podáis imaginar.
Aunque vivimos un poco lejos, para el primer cumple de Oli, su mamá, Mery, mi amiga telepática, quería unas galletas como las que le hice a su hermanita Dafne cuando cumplió un año.
Para las galletas de Oli, Mery y yo decidimos la temática animalitos, porque me encantan para bebés y porque a él también le encanta la película de “El Rey León”.
Así que un león fue el protagonista de las letras de su nombre en galletas, y a él se unieron jirafas, cebras y elefantes en el resto de las galletas.
Además le preparé estos banderines con su nombre a juego con las galletas, que además de utilizar para la fiesta, podrá utilizar después para decorar su habitación.
Pero como siempre nos gusta experimentar… esta vez lo volvimos a hacer. Y este modelado en azúcar del pequeño Oli fue nuestro conejillo de indias para recorrer cientos de kilómetros hasta Asturias patria querida. Yo no tenía muchas esperanzas en que la pobre figurita llegase viva, pero Mery sí, así que para allá que se fue, y sorprendentemente… ¡¡llego vivo!! ¡¡INTACTO!!. Nuestro bebé viajero estaba listo para presidir la tarta de Oliver.
Y como no iba a ser todo para Oliver, preparé estas galletitas de Caperucita Roja y el lobo especialmente para su hermanita, mi amiga Dafne. La niña que lo sabe todo.
Espero que os guste.